Hay días en que uno no escribe para sanar.
Ni para compartir.
Ni para que alguien lo lea.
Hay días en que uno escribe porque es eso o romper algo.
Porque hay una rabia que no grita, pero aprieta.
Porque hay un dolor que no llora, pero calcina.
Y las palabras se vuelven la única forma de no autodestruirse.
Escribo desde ahí muchas veces.
Desde ese rincón del alma donde no entra la luz.
Donde nadie aplaude.
Donde no hay musas, solo monstruos.
Y me gusta.
Porque en ese lugar roto, las palabras sangran más real.
No siempre hay esperanza en lo que escribo.
A veces solo hay sangre con sintaxis.
Y me basta.
Porque prefiero que duela con estilo
a que no duela en absoluto.
¿También escribís así? ¿Desde la herida, no desde la cura?
Bienvenido a este rincón. Acá nadie juzga las cicatrices.
Sombras de Justicia – El Vigilante
Género: Terror psicológico / Novela sobrenatural
Fecha: 2025
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